CATAROS Y TEMPLARIOS

No hemos encontrado en ningún archivo histórico del mundo dato alguno que vincule a los templarios con los cataros, y menos que éstos desobedecieran una orden del Papa para combatirlos.

Para darnos cuenta de lo infundado de estas supuestas relaciones entre cataros y templarios, sepamos que el emperador de Sicilia Federico II, que como sabemos fue un opositor acérrimo al rey de Francia, y al papado, y por ello considerado por muchos como la cabeza visible de todos los cataros, desposeyó a los templarios de cuantos bienes tenían en Sicilia y los dejó en la más absoluta miseria. Este hecho enfrió de tal forma las relaciones entre Federico II y el temple que, aunque fueron invitados, los templarios no asistieron a su coronación como rey de Jerusalén. Tan pobres quedaron en aquella época los del Temple, que el papa Inocencio IV tuvo que promulgar una bula, a la que se dio por nombre "CONTRITIO", para que estos pudiesen hacer frente a los numerosos gastos que todos los días tenían.

Lo que sí podemos decir es que si el Papa les hubiese ordenado luchar contra los cataros, hubiera sido imposible que éstos se hubiesen negado. Porque si esto hubiese ocurrido, el papa hubiese hecho desaparecer la orden mucho antes de que Clemente V lo hubiera hecho.

Los papas en la Edad Media tenía más autoridad que los mismos reyes. Si como muestra vale un botón sepan ustedes que el rey Alfonso X , cuando murió el último emperador provisional don Guillermo de Holanda, se dirigió hacia Roma para obtener del Papa el nombramiento de emperador del Imperio Romano-Germánico. El papa Gregorio X  no aspiraba a que Alfonso fuese el emperador y no quiso recibirlo, mandándole un mensaje en el que le exigía que retirase sus pretensiones de ser emperador bajo pena de sufrir las censuras papales que lo condenarían de por vida a estar separado de la Iglesia... Y el rey Alfonso X, hombre con mucho poder y tropa, agachó las orejas y dio media vuelta.