El papa Clemente V, primero de la saga de Aviñón, que había nacido en Villandraut (Francia), que fue elegido el día 14 septiembre del año 1305, y muerto el día 20 de abril de 1314, en extrañas circunstancias, fue el artífice de la siguiente bula, esta vez no a favor como las otras, sino en contra de la orden del Templo de Jerusalén.

Dejándose aconsejar por Felipe el Bello, este Papa fijó la residencia de la Santa Sede en Aviñón y se convirtió en una marioneta que sólo obedecía las órdenes de quien le había proporcionado la silla de Pedro.

Bajo el nombre de «Pastoralis Praeminentiae», o sea, «Prioridades pastorales», ordenaba lo siguiente:

Clemens episcopus, servus servorum Dei, ad perpetuam rey memoriam.

Mandamos a cuantos este escrito vieren y tuvieren autoridad para ello, que por haber llegado hasta Nos, por medio de correos y cartas de nuestro hijo querido en Cristo Felipe, ilustre rey de Francia, y por otros informantes merecedores de todo crédito por su noble origen, acusaciones gravísimas de que los caballeros de la orden del Templo de Jerusalén han caído en pecado de apostasía y en muchas otras herejías que nuestra pluma no se atreve ni siquiera a mencionar, se proceda a la inmediata detención de todos los caballeros de la mencionada orden del Templo de Jerusalén allá donde fuesen encontrados: conventos, encomiendas, casas o cualquier otro rincón de Francia.

Dado en Aviñón, el 23 de octubre en el año tercero de nuestro pontificado.