SAN DURÁN. Un santo templario que nunca existió
Siento no poder dar ninguna información sobre san Durán, y menos darla como el único santo templario que existió, entre otras cosas porque llevo más de cuarenta años recopilando documentos de todas los archivos históricos de España y de toda la Europa cristiana, sin haber podido todavía obtener uno solo que nos hable del tal santo.
Como digo, yo me muevo por la seriedad de lo que escribo y por la certeza de todo lo que doy a conocer. Quines hayan leído alguna obra mía sabrán que cuanto se dice en ellas, no se dice porque el escritor lo invente, sino porque ha sido antes sacado de algún documento, dando las fuentes documentales de donde esos datos fueron obtenidos.
San Durán, como el primer santo templario, es una invención de algunos escritores que, de esta forma, quieren aparecer ante sus lectores como investigadores que están dando novedades. El escrito don Jesús Ávila Granados, gran amigo mío, tal vez porque se haya basado en quienes afirman que esta santo existió, habla de él en «La profecía del laurel» y en «La mitología templaria».
Este santo no existe ni siquiera en el santoral español. Si ustedes se molestan en buscarlo, lo podrá comprobar. En España «DURÁN» existe como apellido pero no como nombre. Este apellido comenzó a darse a conocer en España en el siglo XIV, y su heráldica es la siguiente:
Apellido aragonés, que tuvo por tronco a don Guillermo Durán, que estuvo al servicio del rey don Jaime, "el Conquistador", al que acompañó en las batallas desarrolladas por este monarca en Levante. Estuvo también en la conquista de Mallorca, mereciendo por su valor que, el antes citado rey, le premiara otorgándole tierras en Játiva. En 1302, uno de sus descendientes, Francisco Durán fue Jurado de la ciudad y reino de Mallorca por el estamento de ciudadanos. Con posterioridad, Antonio Durán, ocupó los mismos cargos honoríficos. En 1463, Berenguer Durán fue capitán de una nave de su propiedad que puso al servicio del Trono en la reconquista de la isla de Mallorca y del castillo de Amposta. Armas: Escudo de sinople y un león rampante con un creciente alto de plata sobre su cabeza.