LUGAR TELÚRICO
Hace muchísimos años, mucho antes de la venida de Jesús al mundo, existían unos monjes que eran conocidos como los esenios. Esta palabra quiere decir en hebreo «hombres santos». Estos monjes no elegían los lugares donde construían sus conventos al azar. Cuando tenían que fundar un nuevo convento, los monjes más ancianos eran liberados de sus deberes religiosos para que se fuesen a buscar un lugar adecuado.
Los hebreos tomaron debida nota de cómo se buscaban estos lugares, y copiaron los escritos que encontraron de los esenios en sus libros cabalísticos. Más tarde, los monjes cristianos encontraron los escritos de los hebreos, los copiaron en sus libros y comenzaron a practicar esta extraña ciencia. De ahí la pregunta que todos nos hacemos de ¿por qué algunos monasterios cristianos están en lugares tan apartados o poco accesibles?
El mismo diccionario de la Real Academia Española, dice que, Telúrico, viene del latín: Telluris (tierra), y que es “la influencia que el suelo de una comarca ejerce sobre sus habitantes”.
TRADUCCIÓN DEL PERGAMINO: Donde sientas tu alma tranquilizada, y haya lucidez en tu discernimiento, donde el silencio se mezcle con el rumor del agua, el trinar dulce de los pájaros y el tenue volar de los insectos, allí será donde deberás quedarte si ambicionas alcanzar la sabiduría, la salud o la santidad. Hay pocos sitios sobre la tierra que respondan a esta profusión de dones, pero si alguna vez lo encuentras, habrás hallado el punto donde la tierra está concebida para facilitar al hombre el dialogo directo con Dios.