Si teclean ustedes el
nombre de quien firma este artículo en un buscador de Internet, se encontrarán
con la sorpresa de que, en algunos enlaces que se muestran, dice «web del polémico
escritor Antonio Galera Gracia».
Este
sencillo escritor no sabe a qué se debe el haber sido catalogado de polémico
por algunos buscadores, a no ser que se refieran a sus escritos, que en su mayoría
están dedicados a denunciar las necedades del mundo.
En
su obra, titulada: «Curas casados, desertores o pioneros», este escritor, basándose
en que el primer Papa que tuvo la Iglesia cristiano estaba casado, tenía hijos
y suegra, manifiesta que la Ley del celibato eclesiástico no es evangélica.
En
la titulada «Alabado seas por no haberme hecho mujer», expresa que cuando se
nace en un mundo donde la mujer es violada, maltratada, asesinada, discriminada,
echado al rostro ácido por contradecir al padre o al marido, hay que dar
gracias a Dios por no haber nacido mujer.
En
el «Último secreto de los caballeros templarios», después de minuciosas
investigaciones que duraron más de ocho años, se demuestra la inocencia de
estos caballeros ante los cargos que cronistas, investigadores y narradores han
venido reiterando sobre sus supuestas prácticas diabólicas y sobre sus
ficticios actos de nigromancia, sodomía y culto al demonio.
En
la titulada «El evangelio de la hermana de Jesús», un ensayo que fue
minuciosamente elaborado sacando pedacitos de todos los evangelios que hasta el
momento se conocen: canónigos, apócrifos, del mar Muerto, tardíos, antiguos,
esenios o recientemente descubiertos, se da a conocer la historia de un hombre
que vivió para hacer el bien y murió por desaprobar las riquezas de su Iglesia
y por defender a los pobres y desposeídos de este mundo.
En
«El largo coma de un policía nacional», obra que denuncia el terrorismo y que
ninguna de las editoriales que usualmente publican sus libros quisieran publicar
por temor a represalias, por medio de un policía nacional que se mantiene
viviendo en coma ingresado en un hospital debido a un atentado terrorista, se
condena el terrorismo y las secuelas que deja. Y en contraposición a esta
denuncia, se describe la hermosura del País vasco, sus verdes montes, sus
familiares caseríos y la grandeza de espíritu que alienta en los corazones de
los verdaderos habitantes de aquellas tierras.
Quizás
este sencillo escritor sea un poco corto de entendederas, pero ¿dónde está la
supuesta polémica que se le atribuye? Si el orden social exige denunciar todo
lo malo y extremista que en nuestro mundo existe, y exige asimismo respetar las
opiniones de los demás tanto en el ámbito personal como en el ámbito de
grupos intermedios, ¿dónde está la polémica?
Mientras
este sencillo escritor encuentre un válido apoyo en la confrontación sincera
de su conciencia y de su manera de pensar, y siga respetando la conciencia y las
ideologías de otras personas, seguirá denunciando y criticando todo aquello
que sea un obstáculo para que el mundo, nuestro mundo, llegue a ser algún día
un mundo de igualdad, de comprensión, de humanidad, de libertad... Un mundo, en
definitiva, que sea digno de ser heredado por nuestros hijos y nietos.