Orden de la Corona de Hierro

 

Esta Orden fue fundada por Napoleón I, emperador de los franceses. Lo hizo el día 5 de junio del año 1805, con el objeto de atraer hacia sí a los italianos y a los austriacos para que se sumaran al imperio que él mismo había creado.

Entre las numerosas prebendas que ofrecía esta Orden, se encontraba la de remunerar monetariamente los servicios civiles y militares, así como también, la de premiar del mismo modo a los civiles que sobresaliesen en alguna de las ciencias, letras o artes habidas en aquellos tiempos.

Los acontecimientos que sobrevinieron desde el año 1813 a 1815, causaron la desaparición temporal de esta institución; pero Francisco I, emperador de Austria, apreciando sus buenos servicios, declaró el día 12 de febrero de 1816, que la Orden de la Corona de Hierro formaría en lo sucesivo parte de las Ordenes de su reino. Reformó los estatutos, y dispuso que la dignidad de Gran Maestre fuese siempre dependiente de la corona de Austria.

Los individuos de esta Orden se dividen en tres clases: 20 grandes cruces; 30 comendadores y 50 caballeros.

La insignia o distintivo de esta Orden esta formada por un águila imperial con las alas plegadas que emerge de una corona al frete a la cual se halla la cara de Napoleón mostrando su perfil izquierdo. En la base de la mencionada corona, hay una leyenda que dice: Dio me l'ha data, quai a qui la tocchere (Dios me la ha dado, mal sufra el que la tocara)