ORDEN DEL ÁGUILA NEGRA
Federico
I de Prusia, para perpetuar la memoria de su coronación, estableció en el año
del Señor de 1701, la orden militar del Águila Negra, o de la fidelidad, nombre
con el que también fue conocida.
El número de caballeros que debían ser admitidos era sólo de treinta, sin contar los nobles que pertenecían a su familia.
Su divisa era una cruz de oro esmaltada de azur, y en cada flanco de ella un águila esployada de sable, cargado el pecho de las palabras: «Federicus, rex» y en la cabeza, «Suum cuique», todo de plata.
Esta condecoración estuvo destinada para recompensar a las personas más eminentes del estado, tanto por sus méritos como por los servicios prestados a la patria.
La orden del Águila Negra, llegó a ser la más considerada en Prusia, y se confería única y exclusivamente a los príncipes y a los extranjeros de las más elevadas categorías, y personas muy ilustres. Su concesión era mirada como la más alta muestra de estimación y deferencia del rey de Prusia.
Con la desaparición de la monarquía, por la disolución de Prusia, también desapareció esta orden del Águila Negra que fue creada para premiar a los ilustres hombres del rey y de sus aliados.