ORDEN DE SAN JORGE DE CATALINA II
Catalina II, emperatriz de Rusia , fundó esta órden, en 26 de noviembre de 1769,
con objeto de recompensar los servicios y acciones beneméritas de los oficiales
de su ejército. Bajo el reinado de Pablo I , quedó enteramente olvidada, hasta
que el emperador Alejandro le dió mas valor, no queriendo recibir la gran cruz
despues de la campaña de 1805, y solo admitió la de cuarta clase ; adquiriendo
mucha mas importancia al seguir el ejemplo de Alejandro su sucesor Nicolás,
quien, á pesar de las reiteradas súplicas del capítulo , tampoco quiso aceptar
sino la de cuarta clase.
El derecho de ser admitido en esta órden lo tienen todos aquellos que han observado estrictamente las reglas de la disciplina; los que han tomado un buque, una batería ó algun otro fuerte ó puesto de armas al enemigo: los que han sostenido un sitio defendiéndose hasta el último estremo: los que por su acierto y firmeza en el mando, han obtenido la victoria: los que al relajarse la disciplina, hacen entrar en el cumplimiento de sus deberes á un ejército insubordinado; y en fin, los que han sido los primeros de penetrar en la brecha, en el asalto de una plaza , ó de poner el pié en tierra al desembarcar en pais enemigo. Los miembros de esta órden son nombrados por la presidencia de los colegios de guerra , quienes al concluirse cada campaña forman un estado de los oficiales que se han hecho dignos de ingresar en ella.
La cruz de la órden de San Jorge es de oro, de cuatro brazos esmaltados de blanco, y en el centro un escudete de gules con la imágen de san Jorge á caballo, en el acto de matar al dragon. Los grandes-cruces llevan la cinta ancha de la órden, que se compone de tres listas negras, interpoladas de dos amarillas, puesta en banda, y en su estremo. un lazo de cinta mas estrecha, del cual pende la cruz; llevando además mía placa en el costado izquierdo del pecho. Los de segunda clase usan la cruz puesta en sotuer sobre el pecho, y la placa: los de tercera llevan solo la cruz en sotuer ; y los de cuarta clase la propia cruz pendiente del primer ojal del uniforme. En 1807 se añadió la cruz de quinta clase, que es de plata y sin ningun esmalte, destinada para los tenientes y demás clases detropa.
Ni los grandes-cruces, ni los de ninguna otra clase, pueden enriquecer con pedrerías la cruz ó placa de esta órden.