ORDEN DE LOS ASUNCIONISTAS
Tal como su nombre indica, 
esta Congregación corresponde a la Congregación Agustiniana de la Asunción de 
María. Como se sabe, la Asunción de la Virgen María es Dogma de fe para los 
católicos, definido por su Santidad el Papa Pío XII, en el año 1.950. Fue el 
padre Don Alzón en la ciudad de Nimes (Francia), quien en al año 1.845 fundó la 
Congregación de Agustinos de la Concepción, más conocidos como Padres 
Asuncionistas. La materia tiene orígenes más antiguos: Ya provienen del siglo XI 
y desde el XII, toda la Iglesia, tanto la occidental como la oriental celebran 
la fiesta. El texto litúrgico es, casi con toda seguridad, del Papa Gregorio I, 
llamado "el Magno", sobre los años 590 al 604. Pero habrían de ser, sin embargo, 
los teólogos de la reforma católica, en los siglos XVI y XVII, los que 
profundizaran en la teología de la Asunción, destacando entre ellos San 
Francisco de Sales. 
En base a este Dogma fue fundada la Congregación de Padres Asuncionistas cuyos 
fines primordiales se basan en el apostolado a través de la enseñanza, las obras 
benéficas, el servicio a las parroquias y la promoción de vocaciones, siendo 
esta actividad muy intensa, para el mejor servicio de la Iglesia. Naturalmente, 
habrá que estudiar los orígenes del Dogma, para una mejor comprensión del mismo: 
Ya ha quedado expuesto que uno de sus impulsores fue el Papa Gregorio I. Fue un 
Pontífice elegido por el clero y el pueblo romano, por aclamación, en el año 
590. Antes había sido Prefecto de la ciudad de Roma (572-574). 
Desde el primer momento, este Pontífice, fue un Papa reformista. Supo conciliar 
su dignidad pontificia con la necesidad de los pueblos recién llegados a 
Occidente, manteniendo una actitud de absoluta comprensión hacia ellos. 
Aprovechó cuantos medios estaban a su alcance, para desarrollar no sólo una 
misión evangelizadora, sino llevar adelante una intensa obra de beneficencia lo 
que, en definitiva, lo que hacía era sentar las bases para el poder de los Papas 
que habrían de sucederle. Tuvo cierta oposición por parte del patriarca 
ecuménico de Constantinopla cuando decidió usar el título de "servo servorum Dei". 
Buscó el entendimiento con los lombardos mediante pactos y concordias, y 
restauró el vivariato apostólico de las Galias, al tiempo que enviaba una misión 
a la Gran Bretaña encabezada por el abad Agustín. 
Ordenó asimismo la liturgia romana mediante la "Sacramentarium gregorianum" y 
puso las bases para el Dogma de la Asunción de María. Desde el siglo VII es 
considerado doctor de la Iglesia occidental. Anteriormente nos hemos referido a 
San Francisco de Sales, como uno de los que contribuyeron al establecimiento de 
la Asunción de María, aunque tuvieran que pasar siglos antes de que el Papa Pío 
II la estableciera. San Francisco de Sales fue una figura relevante del 
denominado "humanismo devoto", nació en agosto de 1.567, en el castillo de su 
familia, cerca de Thorez (Saboya). Después de cursar los estudios de derecho en 
París y Padua vio colmadas sus aspiraciones al hacerse sacerdote. Ya, desde muy 
joven, había delatado su decidida vocación hacia la Iglesia. Su primer servicio 
sacerdotal estuvo cuajado de peligros, al encargase de una misión en la 
provincia de Chablais en la orilla meriodional del lago Lemán, una comarca que 
los calvinistas habían atraído a sus creencias. Consiguió recuperarla para el 
catolicismo, pero tuvo que sufrir un atentado del que escapó milagrosamente. En 
este periodo, el futuro santo escribió numerosos escritos que constituyeron la 
base para sus posteriores libros. En 1.599 fue nombrado coadjuntor del Obispo de 
Ginebra, que residía en Annecy y a quien, en el año 1.602 sucedió. 
En ésta época y conjuntamente con Santa Juana de Chantal, hija espiritual suya 
se decidió a la fundación de la Orden de la Visitación de María. Es aquí, donde 
se inicia su devoción hacia la Virgen, que tanto influyó más tarde para el Dogma 
de la Asunción. Incansable predicador, el tiempo que le quedaba libre lo 
empleaba en escribir, hasta llegar a ser un gran teólogo, al tiempo que escritor 
religioso de alto valor. Puede decirse que es una de las plumas más prestigiosas 
de la literatura francesa. Como guía espiritual, mantuvo una abundantísima 
correspondencia con muchas almas piadosas de Francia, convirtiéndose, no sólo en 
uno de los valores más representativos de la renovación experimentada por la 
Iglesia después de las guerras religiosas, sino también en la fuente principal 
de la corriente mística que se iba extendiendo por toda Francia. 
Su obra más conocida es la "Filotea" o "Introducción a la vida devota", en la 
que muestra a los seglares y a las personas que viven en familia, dedicados a su 
profesión, la forma en la que han de practicar una profunda vida religiosa, en 
medio de los embates del mundo. Pero su obra fundamental es el "Teótimo", un 
tratado en doce volúmenes sobre el amor a Dios, escrito para almas como su amiga 
o hija espiritual Santa Juana de Chantal. En esta obra, San Francisco de Sales 
se muestra como uno de los más extraordinarios metafísicos de la oración que 
jamás hayan existido; especialmente, el segundo volumen de esta obra puede 
figurar, a juicio de Bremond entre los más profundos y hermosos que nunca se 
escribiera sobre la creación. 
De cómo era San Francisco de Sales, lo evidencia lo que Santa Juana de Chantal 
dijo de su santo amigo, una vez que este falleció: "Tenga convicción de que en 
sus últimos anos había alcanzado un grado de pureza en el que, en todas las 
cosas, no deseaba, quería nada más que a su Señor. Asimismo se le veía siempre 
como entregado a Dios. Su lema era: "mantenerse ante el Creador de manera tan 
sencilla y humilde, a la vez que tan llena de fe y esperanza como si se tratara 
de un niño". Su corazón era candoroso e inocente. No conocía la maldad ni la 
acritud, pudiendo decirse que nunca existió otro ser humano que pudiera 
compararse con él en cuanto a la humildad, dulzura y afabilidad, tan maravillosa 
era la armonía que Dios mantuvo en este sano espíritu". 
San Francisco de Sales es el Patrón de la Prensa y los literatos. Murió en Lyón 
el día 28 de diciembre de 1.622, y su fiesta es celebrada por la Iglesia el día 
29 de enero. Pero, aparte de su vida llena de virtud, lo importante de este 
Santo es su obra, su extensísima obra, al servicio de la Iglesia. Fue quien, 
tras los primeros pasos en este sentido, dados por el Papa Gregorio "el Magno", 
se preocupó grandemente del Dogma de la Asunción de María. Por motivos que 
ignoramos y que naturalmente jamás sabremos, no fue él quien se decidió a fundar 
una Orden dedicada por completo a la Virgen. Tuvieron que pasar siglos para que 
un sacerdote de la ciudad de Nimes, en Francia recogiera la semilla plantada por 
Gregorio I y San Francisco de Sales y en 1.845 fuera el fundador de la 
Congregación de los Agustinos de la Concepción, los Padres Pasionistas, y 105 
años más para que el Papa Pío XII, lo definiera como Dogma de fe, irrefutable 
para los católicos, la Asunción de María. 
Otro Santo de la Iglesia que se ocupó de la Virgen María, fue San Bernardino de 
Siena, el gran predicador franciscano, por los años 1.400. Pasaremos por alto la 
biografía de este apóstol de la doctrina católica, al no pertenecer a la orden 
estudiada, pero sería injusto silenciar que en su obra "Historia de la 
divulgación de la doctrma cristiana", hay un tema en el que se percibe, el 
especial cariño con que ha sido tratado: La significación de la Virgen María 
como intercesora del género humano.