ORDEN DE SAN HERMENEGILDO
Fernando 
VII, rey de España, fundó esta orden el día 28 de noviembre del años del señor 
de 1814, y por Real decreto de 19 de enero de 1815 se declaró que estaba 
destinada para recompensar a los generales y oficiales de todas las armas, de 
mar y tierra, por su constancia demostrada en el servicio militar.
Con otro Real decreto de 10 de julio del propio año fue aprobado un nuevo reglamento, que derogaba el de 19 de enero.
El Rey era el gran maestre y jefe de la orden, que se componía tan sólo de grandes cruces y caballeros.
La insignia es una cruz paté de oro, esmaltada de blanco; el centro de azur, con la imagen de san Hermenegildo a caballo, llevando en la mano derecha una palma; y la bordura de azul celeste, con la inscripción en letras de oro, que dicen: «Premio a la constancia militar». En la parte superior una corana real, pendiente de una cinta carmesí con los extremos blancos.
Los oficiales que contaban con veinticinco años de servicio, con una conducta probada e irreprochable y sin nota negativa, eran acreedores de derecho a la cruz de san Hermenegildo, y la llevaban en el costado izquierdo del uniforme.
Los capitanes generales de los ejércitos, y los generales con cuarenta años efectivos de servicio activo en la clase de oficiales, eran grandes cruces natos de esta orden. Los de esta clase usaban una placa de oro igual a la venera, en el costado izquierdo del uniforme y una banda ancha de los mismos colores de la cinta.
Las demás clases, desde brigadieres hasta tenientes inclusive, que contaban también con cuarenta años de oficialidad, usaban la placa bordada, pero no la banda.