ORDEN DE LAS RELIGIOSAS DE LA CONGREGACIÓN DE FLORA

 

La orden de Los Religiosos de la Congregación Flora, fue fundada por el Abad joachin Calabrés, Monje Cisterciense del Monasterio de San Bucino en Dithuania. El cual después de haber sido elevado al rango de Abad en Calabria, para entregarse mas y mejor a la oración, dejó la Abadía con permiso del Sumo Pontífice, y se fue a Venecia, al mismo tiempo que se estaban trabajando los ornamentos y Mosaicos de la Iglesia de San Marcos (los ornarnentos, la Arquitedura, las pilastras y las molduras), donde hizo representar varias figuras que, según dicen, significaban cosas futuras.

Se le atribuyó el don de la Profecía, pues refieren, que habiendo previsto el nacimiento de Santo Domingo, y de San Francisco, los hizo pintar con los mismos hábitos que después vistieron. Vivió en muchos lugares de la Calabria, y vino a Casanza el año de 1196. Allí fundó el Monasterio llamado San Juan de Flora, que vino a ser cabeza de la Congregación de este nombre, que al fin fue unido a la Orden del Cister, cuya Regla seguía.

Los Religiosos de esta Congregación vestían un parlo grueso y blanco, y andaban con las piernas desnudas, y casi descubiertas, por ser muy corta su capa. Llevaban sandalias como los Capuchinos, y tenían por emblema un ramo de flores con este mote: In flore judicia tua cognoscentur. El Abad Joachin murió a principios del siglo XIII con reputación de santidad, dejando escritos unos Comentarios místicos sobre la Sagrada Escritura, en que insertó diferentes Profecías sobre aquellas cosas que conjeturaba deberían suceder según el estado en que veía la Iglesia por aquel tiempo.

Roger de Houéden refiere que Ricardo, Rey de Inglaterra, estando en Sicilia  quiso hablar con el Abad Joachin, que le hizo multitud de Profecías, las cuales fueron tratadas por el mismo Roger como fábulas.