ORDEN DEL DRAGÓN DERRIBADO

 

El vehemente deseo de defender la religión católica de los ataques sarracenos, y la necesidad de oponer un dique a la piratería que ejercían los enemigos de Alemania, inspiraron al emperador Segismundo I, para fundar, en el año 1418, esta orden militar que fue llamada «Orden del Dragón derribado».

Al poco tiempo, Alfonso V, rey de Aragón, habiéndose dado cuenta de los grandes servicios que esta orden estaba llevando a cabo en Alemania, tuvo a bien establecerla en sus estados, con el fin de que prestara en Aragón los mismos servicios que estaba prestando en su lugar de origen, es decir que luchara bravamente contra los infieles y, al mismo tiempo, defendiera la religión católica.

Poco tiempo estuvo esta orden vigente, ya que a la muerte de sus fundadores desapareció por completo tanto de Alemania como de Aragón.