ORDEN DEL ÁGUILA BLANCA

 

Ladislao IV, rey de Polonia, queriendo solemnizar la conversión al cristianismo de la princesa Ana, hija de Gedemiro, duque de Lithuania, que se había casado con su hijo Casimiro el Grande, instituyó, en el año del Señor de 1325 la orden del Águila Blanca.

La divisa de esta orden era una cruz de oro esmaltada de gules, llevando grabada por el anverso un Águila blanca y las armas y trofeos de Sajonia; y en el reverso un escudete, que llevaba grabado el nombre de Augusto, y el lema: «Pro, Fide, Rege et Lege»; todo ello surmontado en una corona de diamantes.

Esta orden, al poco tiempo de haber sido instituida fue olvidada, hasta que en el año 1705, Augusto II, proclamado rey de Polonia, la restableció. También cayó en el olvido esta vez. Más tarde fue nuevamente renovada por el rey Fedrico Augusto de Sajonia, junto con otras órdenes polacas, declarándose él Gran Maestre de ella.

Cuando se verificó la reunión de Polonia al imperio Ruso, este emperador continuó siendo el Gran Maestre de dicha orden, aunque le fue cambiado el nombre por el de «Orden Imperial y Real del Águila Blanca».