En
una web llamada “Cartagena Virtual”, encontramos en una de sus páginas una
crítica que nadie firma, sobre el escultor Antonio García Mengual, que
cataloga la obra religiosa obrada por este escultor en Cartagena, de mediocre.
He
de decir, en honor a la verdad, que es sólo esta web —que ni siquiera es voz
representativa de ninguna cofradía cartagenera ni de ningún medio oficial—,
la única que hace esta desafortunada acusación, mientras que las cofradías
cartageneras que se pronuncian por este medio virtual, clasifican la obra
religiosa de este escultor de primorosa y excelsa.
Frases
como las que a continuación vamos a dar conocer, son pronunciadas sin el más mínimo
recato y, quizás, sin tener ni idea del arte de la escultura, sobre todo de la
escultura religiosa:
«Entre
la pequeña y mediocre producción de Mengual para Cartagena el más importante
es la Lanzada...»
«Otro
grupo que hizo Mengual para los marrajos fue el grupo de la Primera Caída,
que estaban formadas por Cristo cargado con la cruz en su primera caída y dos
sayones. Este grupo calificado de pésimas imágenes debido a un Jesús muy
moreno, unos sayones que parecían bandoleros de Sierra Morena...»
«De ejecución sencilla y de
escaso valor artística. La calidad estética de la imagen de la Soledad del
Consuelo es algo más que discutible...»
Quizás se pueda calificar la
obra del escultor Antonio García Mengual de muchas cosas, pero de mediocre no;
y menos en su parte religiosa. García Mengual ha entrado ya, y por méritos
propios, en la historia de los grandes escultores murcianos, tanto en su obra
profana como en su obra religiosa. Lleva trabajando en su taller de Espinardo,
ininterrumpidamente, la friolera de sesenta y tres años. Tantos años que estoy
seguro de que los que se atreven hoy a catalogar su obra religiosa realizada en
Cartagena de mediocre, no habían nacido todavía cuando él ya estaba
trabajando en el arte de la escultura en general, y de la religiosa en
particular.
Dejando a un lado su obra
profana, diremos que su obra religiosa es tan extensa que ni el mismo escultor
sabe a ciencia cierta cuántas imágenes, pasos, retablos y otros tallas ha
realizado desde que está trabajando. Cofradías de todas partes de España
alaban, precisamente en Internet, el trabajo religioso que Mengual realizó para
ellas, diciendo de él que es digno seguidor de Sánchez Lozano y de Salzillo,
opinión que comparte plenamente el que estas líneas escribe.
La exigencia de servir a la
verdad, sobre todo cuando nos hacemos cargo de un medio de difusión, ha de
proyectarse siempre sobre nuestro comportamiento. Las críticas sin fundamento
son, a veces, tan ofensivas como las acciones o las palabras.
Desde este punto de vista, el
que decide informar a un público más o menos numeroso, no ha de dejarse llevar
por antipatías, irradiaciones políticas ni religiosas, y debe, asimismo,
renunciar a dar cualquier información para la que no esté plena o medianamente
cualificado. Ya que los que adolecen de lo dicho, actúan siempre sin que exista
correspondencia entre la verdad y sus resentimientos o deficiencias. El servicio
a la verdad presenta particulares exigencias en los medios informativos.
Informador justo es aquél en que la verdad tiene un puesto de honor, tanto en
la línea de su exposición como en la de su publicación. Y esto ocurre así
porque “la mentira” tiene consecuencias más perniciosas por su amplio radio
de acción que el “error humano”.
NOTA.
El día 21 de junio de 2007, la prensa murciana se hace eco de la siguiente
noticia.
Encuentran
muerto en su taller al escultor Antonio García Mengual
EFE/MURCIA
El escultor Antonio García Mengual fue encontrado hoy muerto en su casa
de la pedanía murciana de Espinardo, según informaron fuentes del Centro
de Coordinación de Emergencias.
El hallazgo del cuerpo del artista, de unos 80 años, se produjo esta
madrugada, y hasta el lugar del suceso se desplazaron agentes de la Policía
judicial y científica. Según fuentes de la Policía Nacional, no existen elementos externos que
conlleven a una investigación policial.