Don Cristóbal Hernández Roca o el arte de bien herrar al caballo.
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Hoy entrevistamos a don Cristóbal Hernández Roca, doctor en veterinaria y autor del libro Patología del pie del caballo y nociones del arte de herrar y forjar. Un veterano titulado que lleva más de media vida luchando para que las autoridades docentes vuelvan a enseñar a los estudiantes de veterinaria el verdadero arte de herrar caballos.
Pregunta: ¿Acaso los veterinarios tienen que saber herrar?
Respuesta: Sí, así es. En veterinaria siempre se enseñó esta rama. Tanto es así que el origen de esta ciencia veterinaria se pierde en el tiempo. Y ello demuestra la necesidad que siempre tuvo el hombre de proteger los cascos de sus caballos del desgaste que se produce contra el suelo. Entre el pie del hombre y el del caballo hay una gran diferencia, mientras que el pie del hombre nace libre sin cápsula o estuche córneo, en el caballo no sucede así. El calzado del hombre protege el pie del desgaste y de los golpes contra el suelo y si el calzado está bien hecho además proporciona un estado de comodidad y bienestar. Y eso mismo ocurre con el caballo, si va bien herrado caminará cómodo, si no, convertiremos su vida en un infierno. El hombre puede quitarse el calzado; el caballo no porque lo lleva sujeto con clavos. Clavar una herradura en un casco es fácil, pero poner una herradura con Arte es muy difícil.
P. ¿Y hay personas que hierran sin saber herrar?
R. Son muchas las personas que sin tener conocimientos del arte de herrar con sólo unas prácticas de quince días se consideran herradores cuando en realidad lo único que mal saben hacer es clavar un trozo de hierro en el casco. En este oficio nunca tuvieron que desaparecer los aprendices que junto a un buen maestro iban empapándose del arte que les enseñaban y terminaban sabiendo perfectamente que los cascos de un caballo bien aplomado precisan de un tratamiento diferente a los cascos enfermos.
P. Yo creía que se herraban a todos los caballos de igual forma, ¿no es así?
R. No. Cada animal necesita una atención diferente, pues la herradura tiene que amoldarse a su pie para beneficiarlo y no perjudicarlo teniendo en cuenta que no existen dos pies de iguales características siendo por tanto cada casco un problema a resolver. Herrar es un arte y no un oficio rutinario.
P. ¿Los cascos de los caballos enferman por no ir herrados?
R. Un casco que nunca haya sido herrado raramente enferma, mientras que el herrado mal practicado trae como consecuencia una serie de enfermedades graves del casco como por ejemplo las llamadas: cuartos, razas, hormiguillo, encastilladura, talones sobrepuestos, escarzas, infosura, etc., etc. Estas enfermedades se pueden evitar siendo el caballo herrado por un buen maestro. El caballo irá más cómodo con su herradura, porque el arte de herrar lejos de perjudicar al animal es totalmente beneficioso cuando se ejercita con los conocimientos adecuados.
P. ¿Por qué hay que herrar al caballo doméstico y sin embargo el salvaje no necesita de este arte?
R. En el caballo salvaje el casco se desgasta en la misma proporción que crece, pero en el caballo doméstico por ser sus movimientos ejercidos y obligados por el hombre sus cascos se desgastan en mayor proporción que crecen, de ahí la necesidad de clavar las herraduras en un casco para protegerlo.
P. ¿Está usted escribiendo algún otro libro?
R. Sí, estoy escribiendo
un libro que quiero titular precisamente, El arte de herrar y forjar.
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