GUADALUPE
El origen del nombre Guadalupe siempre ha sido motivo de controversias, y muchas posibles explicaciones han sido dadas.
Según la historia mariana española, el nombre proviene de la siguiente leyenda: Un sencillo pastor, que era vecino de Cáceres, contando el rebaño a la hora del encierro, advirtió que le faltaba un novillo. Marchó en su búsqueda por bosques y robledos hasta topar con un río de pocas aguas. En la orilla del río encontró al novillo, muerto, pero intacto. Quiso aprovechar la piel y, al hacer sobre el pecho del animal la cruz con incisiones del cuchillo, se levantó vivo el novillo. En este momento se le apareció María al pastor, y le dijo: “No temas yo soy la madre de Dios, toma tu novillo y llevalo al redil. Luego vete para tu tierra y diles a los clérigos lo que has visto. Diles que caven en el mismo lugar donde estaba tu novillo muerto debajo de estas piedras. Aquí hallarán una imagen mía”.
Los clérigos acompañaron al pastor al lugar, excavaron bajo la roca y encontraron la imagen de María con algunos objetos y documentos que probaban el origen de este icono glorioso. Construyeron allí una pequeña ermita y entronizaron en ella la prodigiosa imagen, dándole el nombre de virgen de GUADALUPE, que significa “río escondido”.
En la historia mariana mejicana encontramos una leyenda tan parecida a la española, que podríamos asegurar que ha sido copiada la una de la otra. Solo cambia en ella que en vez de ser un pastor el protagonista, es un indígena chichimeca llamado Juan Diego Cuauhtlatoatzin, que había sido al nacer bautizado por los franciscanos.
En esta historia se cree y se atestigua como la verdad más acertada que el nombre de GUADALUPE es el resultado de la traducción del nahuatl al español de las palabras usadas por la Virgen durante su aparición a Juan Diego.
Se cree que Nuestra Señora usó el término azteca (nahuatl) de coatlaxopeuh, el cual es pronunciado "quatlasupe" y suena extremadamente parecido a la palabra en español Guadalupe. “Coa” significando serpiente, “tla” el artículo la, mientras “xopeuh” significa aplastar. Así Nuestra Señora se debió haber referido a ella misma como "la que aplasta la serpiente".
En estas dos historias tan relacionadas y parejas, solo se encuentra una pequeña paradoja que podría ser considerada como un agravio comparativo, y esta es que el pastor español ha pasado de tal forma al olvido que nadie sabe hoy en día ni tan siquiera como se llamaba. Unos dicen que Gil de Santamaría y otros que Gil Cordero, nombre este último que, tal vez por ser pastor y ver que “cordero” era más adecuado, fuese el nombre preferido por quienes tuvieron la autoridad para elegir de entre los muchos que se fueron encontrando en los diversos escritos que hablaban del pastor y del milagro.
Como decía, no ocurre así con el indígena Juan Diego Cuauhtlatoatzin que, además de ser citado en todos los escritos con su nombre propio, fue beatificado en el año 1990 y, posteriormente canonizado en el 2002, en ambos casos por el papa Juan Pablo II, pasando así a ser el primer santo americano.